¡Quitar la piel de las almendras en muy fácil!
1.- Ponemos agua a hervir con el fuego a tope (no hace falta demasiada agua).
2.- Cuando el agua hierva a borbotones, echamos las almendras, removemos y dejamos 30 segundos.
3.- Las retiramos del agua con un colador y las pasamos a una bandeja con papel absorbente evitando que queden amontonadas.
4.- Las dejamos enfriar unos segundos.
5.- Frotamos la piel de la almendra con la yema de los dedos.
6.- Si no las vamos a consumir, debemos asegurarnos de que están bien secas antes de guardarlas en un frasco bien cerrado.